Judith Scott fue una artista sorda y con síndrome de Down. Tuvo una vida muy complicada y a pesar de esto, logró superar muchos obstáculos y convertirse en una artista muy reconocida, gracias a sus originales creaciones realizadas con materiales reciclados que envolvía, como si fuera una araña, con hilos, lanas y tiras de tela, dando lugar a coloridas y llamativas esculturas.

Judith trabajaba en silencio, muy concentrada y a medida que sus creaciones se hacían más grandes y vistosas, llamando la atención de la gente, ella se vestía cada vez más llamativa, con collares, grandes sombreros o turbantes, para mostrar, al no poder hablar, lo feliz que le hacía que su arte fuera apreciado. Judith le mostró al mundo el valor de la diferencia y que todas las personas pueden ser artistas.

​Tras conocer a esta artista, nos sumergiremos en su forma de crear, realizando esculturas con cartón reciclado, lanas, hilos y tela, convirtiéndonos en “artistas arañas”. Envolver, liar, atar, cortar, enrollar,…¡fluir con la creación!