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Juan Fernández Lacomba

 

"Sabedora de las funciones liveradoras y la clarividencia que la práctica del arte puede proporcionar a quien lo ejerce, la obra de Cristina Pérez de Villar se mueve entre la pintura de taller y las intervenciones en la naturaleza. Hace años se ha venido interesando por la transcripción de manera emblemática y totémica de elementos de la naturaleza o de género, que por lo general se trasmutan en realidades sublimes que quieren mostrar sus auras de símbolos inequívocos. Sus propuestas adquieren así un aire de irrealidad, al ser, de algún modo, trascendidos: de ahí que recurra a la pintura como invención mental a partir de referencias de la realidad, y, por ello el carácter mágico que adquiere el conjunto de sus representaciones. En ocasiones se trata de visiones que tienen que ver con iniciaciones tipo New Age y con el encuentro revelado de las energías de las estructuras del universo. Así pues, la autora se baraja entre la adoración, la sorpresa y la perplejidad, y se sirve del arte para transmitir elementos simétricos,conceptualmente singulares, brillantes o luminosos, telúricos o sexuales, sin que por ello pueda disponer a veces de algún elemento irónico o de complicidad confidencial con el espectador."  

 

 

Texto incluido en el catálogo "Artistas del Aljarafe I: Emergentes y Nuevo Arte" editado por el Ayuntamiento de Tomares.

 

 

Carmen Gila Malo

 

"Hablando del bordado con cabello en España, no debemos olvidar a los artistas que en la actualidad trabajan con el cabello; en este caso vamos a hablar de la artista Cristina Pérez de Villar. Esta artista sevillana solamente ha realizado una obra bordando con cabello, Airiae, del 2006. La obra representa unas alas y está bordada con los cabellos canosos de un hombre que tenía que aprender a volar, sobre raso violeta. La artista cuenta que su amada fue recogiendo sus cabellos y con ellos iba bordando un manto. La noche que lo terminó durmió envuelta en manto, apareciendo a la mañana siguiente con dos alas blancas. Cristina Pérez de Villar no emplea el bordado con cabello de una manera tradicional, sino con una técnica y temática diferentes a las usuales, sin respetar los tratamientos de conservación del cabello que son los que impiden su putrefacción o el ataque de los ácaros. Además, la obra está hecha no con el cabello sano que se corta a propósito para hacer estas obra, o para hacer pelucas, sino con el cabello que se le ha caído a una persona y ha sido cogido del suelo".

Texto incluido en el artículo "Trinidad Morcillo como referente del dibujo realizado mediante el bordado con cabello." publicado en la Revista Laboratorio de arte nº 26, páginas  488-489, editada por la Universidad de Sevilla, 2014.

 

 

 

 

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