Cristina Pérez de Villar
Me interesa la pintura como espacio de encuentro y descubrimiento. La vinculación entre lo macro y lo microcósmico, las estructuras y energías de la naturaleza, lo simbólico, lo onírico, la belleza latente, el asombro.
Pinto porque en el espacio de creación me siento especialmente presente y lúcida, como si al crear se estableciera un lenguaje entre la obra y yo que va mucho más allá de la razón y que tampoco intento descifrar.
Aunque utilizo todas las técnicas, en los últimos años me he centrado en el bordado y su lenguaje propio, especial, que confiere a la obra una naturaleza diferente a otras técnicas. He dibujado utilizando hilos de algodón, de seda, cabellos, crines de caballo...Me gusta experimentar con los hilos y su simbología para dar a estos materiales tradicionales una forma contemporánea y un contenido profundamente ligado a los rituales y arquetipos femeninos. Muchas mujeres y personajes asociadas a los hilos: Penélope, Ariadna, las Parcas, la Bella Durmiente, Maya, la Virgen María, Aracne, Spiderwoman…
Y luego está el ritmo, ese ritmo que marcan las agujas al atravesar la tela, que tiene algo como de trance, de hipnótico.... que para mí es también una reivindicación de la lentitud, de otro tiempo más humano, más cercano al corazón, en contra del ritmo vertiginoso al que la sociedad de consumo y el capitalismo nos avoca: una reivindicación del presente y de la presencia.
Mi vinculación con la mediación artística y el arteterapia influye en la temática de parte de mi obra, que se refiere a la capacidad transformadora de los procesos de creación artística. El pincel, los lápices, la paleta, como utensilios mágicos, y el espacio de creación como crisol.
Me siento muy inspirada también trabajando con el entorno natural, usando para crear elementos de la naturaleza y por eso, otro de mis focos de interés estos años está siendo las intervenciones en la naturaleza.